Que venga la magia y estemos solos

La gente dice que querer es poder y a mi me encantaría demostrarlo, pero con 18 años me he dado cuenta de que no soy luchadora que me encanta que luchen por mi, que soy la más orgullosa, que me faltan malas rachas para aprender a querer.
Tengo días caprichosos y otros días de retos, pero cuando quiero a alguien lo doy absolutamente todo. Nunca muestro mis sentimientos antes que la otra persona por miedo, nunca doy más de lo que me dan, y sobre todo no soy la que va detrás.
A lo largo del tiempo te vas a enterar que me encantan tus ojos, que no mando mensajes bonitos sin que me hayas enviado uno antes.
No quiero que luches por mi solo cuando veas competencia, lo que quiero de verdad es que me veas y me abraces delante de todo el mundo, que a tus amigos no les haga falta que les cuentes que estás enamorándote, que sepan lo que hay cuando te miren a los ojos.

Es decidir si alejarte o intentarlo un poco más